MÒMIES (Mummies)

Paper. 2016

La creencia religiosa según la cual el cuerpo debía conservarse después de la muerte en su forma material, para proseguir su vida en el más allá, condujo a los egipcios a la búsqueda de medios artificiales de conservación. Desde la época predinástica, los egipcios tuvieron que ser conscientes de las propiedades del suelo de su país, en el que se conservaban los tegumentos y las pieles de animales y tejidos en los que se inhumaban a los muertos, al menos en el Alto Egipto; quizá los fragmentos de resina hallados en ciertas tumbas son los testimonios de las primeras tentativas de momificación. (…)

El perfeccionamiento de los métodos en el Imperio antiguo condujo a la práctica de la incisión del cuerpo para la extracción de las vísceras y, durante la dinastía VI, está atestiguada la existencia de una clase de embalsamadores profesionales. La momificación quedaba aún reservada al soberano y a ciertos privilegiados.
En el Imperio medio, el embalsamamiento se generalizó e hizo más minucioso, pero el estado de conservación de las momias de dicho periodo aún deja mucho que desear. Hasta el Imperio nuevo, la momificación no alcanzará la perfección, lográndose conservar toda la expresividad del rostro, lo que constituye una gran novedad, ya que las momias anteriores apenas conservaban tegumentos ennegrecidos pegados al esqueleto. Herodoto y, más tarde, Dioroto de Sicilia nos han dejado una descripción del embalsamamiento en su mayor parte confirmada por los rituales.
(…)
Los oficiantes poseían carácter sacerdotal y los egipcios les llamaban sacerdotes-ut; con ellos oficiaba un sacerdote lector que recitaba los pasajes del ritual correspondientes a cada operación; acerca de los ingredientes utilizados, se dice: «Entran en tus sustancias, son para ti el testimonio de que irás a una tierra de plata, sobre un suelo de oro […] Tú eres el fénix, forma del sol, para ver tu nombre en todas las tierras; tu alma en el cielo, tu cuerpo en la región inferior. Ven a los templos; estás vivo una segunda vez, a perpetuidad; eres joven una segunda vez, por toda la eternidad».

Diccionario de civilización egipcia (Guy Rachet)

La momificació a l’Antic Egipte no va tenir lloc només amb éssers humans, sinó també amb animals. Quan la mascota d’una persona moria, ja fossin gats, gossos, micos o qualsevol altre animal, aquesta podia ser momificada, fins i tot, imitant a les dels humans i també se li podia confeccionar un sarcòfag o estela funerària especial.

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